28.12.06

Después de mucho tiempo me ha dado por escribir, y es que la gran distimia en la que caí por la terrible represión que ha sufrido mi sociedad me mantuvo en un letargo. Es importante señalar que la situación no ha cambiado en su esencia, tal vez el ambiente se ha transformado, bueno, a quién no le incomodan continuos patrullajes de militares vestidos de policías o revisiones a bolsos y mochilas al entrar a la Alameda, cuando antes a esta plaza no se necesitaba entrar porque simplemente era de libre tránsito.
Sí, este ambiente está sostenido por un profundo miedo, alimentado por una paranoia colectiva, si participaste activamente en la Asamblea escóndete, si estuviste en las barricadas por las noches… sospecha, si fuiste a las marchas…, se discreto, ya no digas la APPO di la Asamblea. Ante todo esto “las aguas se menean” el rencor y encono cada vez va creciendo, lo terrible para esa clase social llena de interés económicos y políticos es que ahora las cosas se hacen en lo oscurito, prácticamente con señas o muecas y en lo que ellos tratan de descifrar este código, piden una reconciliación, “lemas como todos somos México…..” “Es tiempo de Oaxaca” tratan de ocultar las actitudes inconscientes como “no te metas con nosotros” , “vándalo, jodido, porque quieres”, “no cayó..” .
Las platicas cotidianas sobre el tema están inmersas en una serie de signos dialécticos que van llevando a los interlocutores en un reconocimiento de objetos imaginarios que van definiendo tu postura ideológica sobre el tema, como caminar a ciegas, si coincides lo festejas y comienzas a desahogarte, si aparece alguna disociación no da pauta a provocar alguna disputa, esa diferencia nos sostiene.

¡Muera Ulises!

6.12.06

Sigo resistiendome a describir lo que ahora siento, solo puedo decir que nunca pense que la sociedad a la que pertenezco pasaría por esto, terror, paranoia, impotencia, miedo, desolación, pero sobretodo un claro abandono.